Simbolismo de cuarentena.
Edgar Sánchez Quintana
Tanto para aclarar como para entender, hago reflexión de este tema por demás actual y apropiado; lo hago con el fin de poner a disposición del pensar, los distintos conceptos encadenados que se embrollan en la vida actual del humano en la tierra. Lo hago con el fin de poner en evidencia cosas que tal vez no son claras sino asimiladas o forzadas o bien puestas al frente sin indagar el porque y su finalidad.

Todo parte, si lo tratamos de manera filosófica y luego más tarde sociológica, del Ser, pues es lo que nos ocupa, y lo que por camino queremos dejar entender. De allí que achicamos ser como existencia y no de otra manera pues de lo que se trata es de explicar lo que nos atañe que es la elucubración del concepto de cuarentena, puesto que necesitamos un sujeto y una ubicación. cuando hablamos de ser como existencia a ello le damos características propias e inherentes que no necesariamente le son dadas o a priori, sino, aclaro, puede que las distintas características las lleve contenidas en si misma o bien no lo sea. Me estoy tratando de dar a entender que: existencia tiene contenido el elemento vida y como aquello que tiene vida a lo humano aunque esto con el solo fin de llegar a cavilar y desmembrar en partes estos elementos, tratando de no accidentarse con el intento.
La característica de humano del Ser, tiene como propiedad un elemento que no es circunstancial sino propio de si, como lo sería la conciencia, el raciocinio o el lenguaje; me estoy refiriendo a lo social; es decir, el ser humano es un ser humano social; es a mi parecer su esencia de si mismo. o sea ser humano como ser social, quitando de este elemento todo lo referente a lo político o ideológico para no confundirnos en otros temas; ahora bien, dejemos preámbulo para poder hablar de "cuarentena" y pongo comillas para poder abrir bien los ojos con eso y no confundirnos. Hablamos de espacio y tiempo, de eso se trata en su raíz el concepto de "cuarentena", pero no cualquier espacio tiempo, sino uno que está contenido sobre si mismo y viola sobre manera su entidad y ser en sí y esta afirmación es pilar en este articulo.

El concepto de "cuarentena", puede, en la mente, relacionarse con un aspecto religioso o bien con algo de salud, pero ello es el resultado o la acción del Ser. Pero de principio hablamos de espacio, pero no cualquier espacio, sino la idea nos arroja a un espacio cerrado, y ya desde allí desde las leyes de la termodinámica entendemos que todo espacio cerrado a la larga se vicia y se corrompe y aún más, los fluidos terminan perdiendo movilidad, fuerza, dinamismo. Ahora bien, vamos con el asunto del tiempo; este asunto de la "cuarentena" da al traste con el concepto de "modernidad" y mas aún con la intentona risible de la postmodernidad que no era otra cosa que un instinto de respiración con ventilador. La modernidad se acaba cuando a los hombres se les acaban las ideas, el continum de tiempos presentes y tiempos actuales regenerándose una y otra vez queda suspendido en una "cuarentena", la modernidad queda suspendida en un limbo que no conocía, es un tiempo sin tiempo, es un asfixiamiento de su propio ser, la modernidad no puede modernizarse sin el elemento del cambio continuo y en una cuarentena no hay cambio, su tiempo es estático, inamovible y esa es su muerte.
La "cuarentena" en la casa no es otra cosa que una serpiente mordiéndose y devorando la cola hacia si misma y ahora explico porque.

La "cuarentena" es una entidad ubicada, es el elemento de sitio enmarcada en la casa, quienes se ubican a la "cuarentena" son las personas y no es la casa en si la que se pone en "cuarentena", por tanto la casa es un elemento de disociación, un pretexto o un enmarcamiento. Las casas, son lugares de llegada y de salida, son construcciones que dentro de la sociedad cumplen con el objetivo de dar cobijo, dar refugio y nunca es un elemento carcelario o represivo.
Entonces, como les digo y afirmo la serpiente se muerde la cola y devora a si misma puesto que la casa es con respecto a su entorno y es con respecto a su ser, puesto que no puede convertirse en un cajón cuadrado donde nada sale y nada entra, donde como epicentro de comunidades, pueblos, ciudades cohabita con todo lo demás; pero quien está dentro de esa casa es el núcleo de la sociedad y este núcleo es la familia, por tanto la simiente que ha sido atacada es la familia.
La "cuarentena" tiene su finitud, es devorada por su acortado tiempo, no tiene marcha atrás, aunque algunos podrán decir "se ha alargado la cuarentena" por tanto, es falso, las cuarentenas infinitas no existen. ahora bien, el encerramiento o enclaustramiento, sea por lo que fuere tiene forzosamente que ver con la idea de libertad.

El ambiente social emancipado como se le conocía, a quedado recluido a una idea nuclear, como lo es la familia o bien a un ámbito técnico como lo son los fríos e insensibles medios de comunicación; toda institución social queda a la deriva como esqueleto sin carne, y ahora surge el problema de la legitimidad de cada uno de ellos, es decir, cada entidad inmersa en la sociedad, cada institución tendrá que otorgar su valor, legitimarse para seguir operando o extinguirse o bien buscar nuevas formas de cohabitar.
Si hubiera alguien al rescate de lo que era la sociedad antes del 2020 tendría que ir al pasado a recuperar lo perdido; pero pensemos ¿Cuales eran los valores de la sociedad que florecían en ese momento? ¿no acaso era algo sin salida?: la lucha de poder, el individualismo, el egocentrismo más brutal, el valemadrismo soberbio y chabacano. La "cuarentena" trajo consigo un "no tiempo", que puede utilizarse en dos sentidos, uno es para destruir lo que estaba en construcción y vislumbrar una disyuntiva de cambio para ver cosas socialmente distintas.